El 26 de noviembre, la Bolsa Internacional de Valores del Nasdaq desencadenó silenciosamente uno de los acontecimientos más importantes en la integración financiera de Bitcoin.
La plataforma de negociación solicitó a la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) que aumentara el límite de posición en las opciones iShares Bitcoin Trust (IBIT) de BlackRock de 250.000 contratos a un millón.
A primera vista, la propuesta parece procesal. En realidad, marca el momento en que la exposición a Bitcoin se vuelve lo suficientemente grande y líquida como para operar bajo el mismo marco de riesgo que Wall Street aplica a Apple, NVIDIA, el S&P 500 (SPY) y el Nasdaq-100 (QQQ).
La presentación sostiene que el límite existente es “restrictivo y obstaculiza las estrategias comerciales y de cobertura legítimas”, y señala que la capitalización de mercado y el volumen promedio de IBIT ahora lo ubican entre los productos más grandes que cotizan en las bolsas de EE. UU.
Una vez colocado en el nivel de megacapitalización, IBIT, el mayor ETF de Bitcoin, se uniría a una pequeña categoría de activos para los cuales los creadores de mercado pueden ejecutar coberturas de derivados a gran escala.

Ese cambio no solo profundiza la liquidez, sino que cambia fundamentalmente la forma en que Bitcoin se mueve a través de las carteras institucionales.
Bitcoin entra en la maquinaria de riesgo de Wall Street
Un límite máximo de un millón de contratos no se trata de un exceso especulativo; se trata de viabilidad operativa.
Los creadores de mercado responsables de mantener los mercados ordenados deben cubrir continuamente sus exposiciones. Con sólo 250.000 contratos disponibles, las mesas no pueden dimensionar las operaciones para alinearlas con los flujos masivos de pensiones o fondos de cobertura macroeconómicos.
Cuando los límites se expanden, los operadores obtienen la libertad de cubrir delta, gamma y vega en posiciones que de otro modo serían imposibles de gestionar.
La presentación proporciona una justificación cuantitativa: incluso una posición de contrato de un millón totalmente ejercida representa alrededor del 7,5% de la flotación del IBIT, y sólo el 0,284% de todos los bitcoins existentes.
Si bien estas cifras sugieren un riesgo sistémico mínimo, el cambio no está exento de desafíos operativos. Pasar a este nivel pone a prueba la resiliencia de las cámaras de compensación, que ahora deben suscribir los notorios riesgos de brecha de fin de semana de Bitcoin sin el colchón de límites más bajos.
Señala madurez, pero también exige que la infraestructura de asentamientos de Estados Unidos absorba shocks previamente contenidos en el extranjero.
Desbloquear Bitcoin como garantía
El impacto más importante de los límites de posición más altos es el desbloqueo de Bitcoin como materia prima para la ingeniería financiera.
Los bancos y las mesas de productos estructurados no pueden gestionar notas, cestas de capital protegidas ni operaciones de volatilidad relativa sin la capacidad de cubrir exposiciones de gran tamaño.
Este es el “eslabón perdido” para las divisiones de patrimonio privado, lo que les permite empaquetar la volatilidad de Bitcoin en productos rentables para clientes que nunca tienen la intención de poseer la moneda en sí.
Con un límite de un millón de contratos, las limitaciones disminuyen. Los operadores pueden tratar las opciones IBIT con la misma infraestructura que respalda las notas vinculadas a acciones y los ETF amortiguados.
Sin embargo, persiste una fricción crucial: si bien la estructura del mercado está preparada, la mecánica de los balances bancarios no lo está. Los obstáculos regulatorios como el SAB 121 aún complican la forma en que las entidades reguladas custodian el activo subyacente.
Hasta que esas reglas contables armonicen con estos nuevos límites comerciales, Bitcoin funcionará como un vehículo comercial para los bancos, pero aún no como una garantía fluida y eficiente en términos de capital.
El arma de doble filo
Este cambio llega en un año en el que IBIT superó a Deribit como el lugar más grande para el interés abierto de opciones de Bitcoin.
Eso implica un cambio estructural en el que la determinación de precios se está desplazando hacia lugares regulados en Estados Unidos, pero el mercado se está bifurcando.
Si bien el flujo institucional “limpio” se establece en Nueva York, es probable que el flujo especulativo de alto apalancamiento y 24 horas al día, 7 días a la semana permanezca en el extranjero, creando un mercado de doble vía.
Además, la transición a una fase impulsada por los derivados no es puramente estabilizadora.
Si bien los límites más amplios generalmente reducen los diferenciales, también introducen el riesgo de “ballenas gamma”. Si los operadores quedan atrapados en una gama corta durante un movimiento parabólico, los límites de posición más altos permiten una cobertura forzada masiva que puede acelerar, en lugar de amortiguar, la volatilidad.
Por lo tanto, el mercado pasaría de un mercado impulsado por la acumulación al contado a uno impulsado por la convexidad de las opciones griegas, donde el apalancamiento puede actuar como estabilizador y acelerador.
La integración de Bitcoin en la macro red global
La propuesta de aumentar los límites de opciones del IBIT es un punto de inflexión.
Bitcoin se está conectando a los sistemas que fijan precios, cubren y garantizan el riesgo financiero global. Por primera vez, la exposición a Bitcoin se puede cubrir, dimensionar y estructurar de la misma manera que las acciones de primera línea.
La solicitud de la presentación de eliminar los límites a las opciones FLEX personalizadas y entregadas físicamente acelera aún más esto, permitiendo que las operaciones en bloque migren de swaps opacos a estructuras que cotizan en bolsa.
Esto no cambia la volatilidad inherente de Bitcoin ni garantiza los flujos institucionales. Sin embargo, cambia la arquitectura alrededor del activo.


