
El Salvador ejecutó su mayor compra de Bitcoin (BTC) en un solo día desde que adoptó la criptomoneda en 2021, adquiriendo aproximadamente 1.090 BTC por un valor aproximado de $100 millones cuando los precios cayeron por debajo de $90.000 el 18 de noviembre.
El presidente Nayib Bukele reveló la transacción en X con una captura de pantalla del panel de Bitcoin del gobierno que muestra que las tenencias totales habían aumentado a 7,474 BTC, con un valor de entre $680 millones y $700 millones a precios actuales.
La adquisición marca un aumento del 17% en las reservas nacionales en siete días y representa la incorporación de sesión única más significativa a la pila de El Salvador.
La compra se produjo durante una liquidación más amplia de activos de riesgo que borró las ganancias de Bitcoin en 2025 y empujó los precios casi un 30% por debajo del récord de octubre por encima de los 126.000 dólares. La reducción se debe a las dudas sobre los recortes de tipos de la Reserva Federal y una corrección en las acciones de inteligencia artificial.
La compra amplía el programa de promediación de costos en dólares de El Salvador, lanzado en noviembre de 2022, con el compromiso de adquirir 1 BTC por día.
El gobierno ha mantenido esa estrategia de acumulación a través de ciclos alcistas y bajistas, añadiendo ocasionalmente tramos más grandes cuando los precios caen bruscamente.
Estructura y transparencia en cadena
Las nuevas monedas fluyen hacia la Reserva Estratégica de Bitcoin de El Salvador, un marco de custodia que la Oficina Nacional de Bitcoin implementó en agosto de 2025. La estructura distribuye las tenencias en múltiples billeteras, cada una con un límite de 500 BTC, con un panel público que agrega saldos.
Antes de la reciente compra, las reservas divulgadas oscilaban entre 6.100 y 6.313 BTC. Las actualizaciones de Bukele de mayo y septiembre mostraron varios cientos de millones de dólares en ganancias no realizadas cuando Bitcoin cotizaba cerca de 100.000 dólares.
Los rastreadores de terceros, incluidos los Tesoros de Bitcoin y KuCoin, ahora informan la cifra actualizada de 7.474 BTC. La adquisición se registra como una pequeña fracción de la facturación diaria de Bitcoin, pero tiene peso frente a los libros de pedidos al contado durante las sesiones de aversión al riesgo.
El momento posiciona a El Salvador como uno de los pocos compradores institucionales dispuestos a agregar exposición mientras los fondos negociados en bolsa registran salidas netas.
Además, la compra reaviva las fricciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Salvador obtuvo una línea de fondo ampliada de 40 meses y 1.400 millones de dólares a finales de 2024 y principios de 2025, con documentos de préstamo que exigen que el gobierno reduzca las disposiciones de su Ley Bitcoin de 2021.
Se prohibieron los pagos de impuestos en Bitcoin y la aceptación del sector privado pasó de obligatoria a voluntaria. Según el informe del personal técnico del FMI, las autoridades “siguen comprometidas a no aumentar la exposición del sector público a Bitcoin”, y los directores acogieron con agrado esa promesa al tiempo que advirtieron sobre la estabilidad financiera y los riesgos fiscales.
En marzo, El Salvador se comprometió a “no acumular más bitcoins a nivel del sector público en general” como parte del programa. Sin embargo, Bukele ha seguido comprando de todos modos.
El gobierno mantuvo su política de adquisición diaria después del acuerdo con el FMI y ejecutó una compra ceremonial de 21 BTC en septiembre para conmemorar el “Día del Bitcoin”, lo que contradecía los términos del programa.
Los funcionarios del FMI han intentado conciliar la discrepancia afirmando que los aumentos de la Reserva Estratégica de Bitcoin siguen siendo consistentes con la condicionalidad, sin aclarar cómo las compras por parte de la Oficina Nacional de Bitcoin evitan aumentar la exposición estatal general.
Profundidad del mercado y señalización soberana
El flujo de pedidos de 100 millones de dólares tiene un peso simbólico más allá de su tamaño. El Salvador opera una de las pocas tesorerías soberanas de Bitcoin y ha demostrado su voluntad de recurrir a reducciones, incluso en medio de obligaciones multianuales con el FMI.
La compra se produjo cuando Bitcoin rompió por debajo de los 90.000 dólares por primera vez en aproximadamente siete meses, un umbral que desencadenó la venta desde posiciones apalancadas y tenedores institucionales.
Desde una perspectiva de microestructura del mercado, la transacción proporciona un soporte visible en libros delgados durante una sesión en la que la mayor parte del capital institucional huyó de los activos de riesgo.
La actualización del tablero del gobierno y la divulgación pública de Bukele refuerzan el compromiso de la administración con la acumulación independientemente de la acción de los precios a corto plazo o la presión externa de los prestamistas multilaterales.


