Changpeng Zhao, el ex CEO de Binance y ampliamente reconocido como CZ, lo está dejando claro: Europa necesita Bitcoin (BTC). No solo como una inversión, no como una tendencia pasajera, sino como algo fundamental. El razonamiento? El euro no se ve genial, y Bitcoin sigue demostrando sí mismo. Una y otra vez.
Últimamente, Bitcoin ha estado llegando a nuevos máximos históricos, mientras que el euro lucha por mantenerse al día. Esta brecha se está ampliando, haciendo que las cosas sean incómodas para aquellos que tienen euros. No es solo especulación, los números hablan por sí mismos. En este momento, Bitcoin vale € 101,200. El euro? En términos criptográficos, es 0.00001 BTC, que ha bajado un 65% desde el comienzo de 2024.
Durante dos años, el Banco Central Europeo (BCE) ha estado retrocediendo contra Bitcoin. Informes, advertencias, análisis: nada de eso es particularmente favorable. Christine Lagarde, jefe del BCE, ha sido firme: la criptomoneda no se agregará a las reservas del BCE. Mientras tanto, en los Estados Unidos, la conversación sobre el papel de Bitcoin en las reservas es calentarse.
UE necesita bitcoin.
– CZ 🔶 BNB (@cz_binance) 31 de enero de 2025
El argumento de Zhao se reduce al hecho de que Europa tiene una opción. Quédate con las viejas formas o comienza a considerar seriamente Bitcoin. Inflación, políticas monetarias, incertidumbre del mercado: los sistemas financieros tradicionales tienen sus desafíos.
Bitcoin, con su naturaleza descentralizada y su suministro fijo, ofrece algo diferente. No es perfecto. No está libre de riesgos. Pero en un mundo donde fluctúan las monedas nacionales, la criptomoneda es una posible cobertura. Una alternativa, al menos.
La discusión no va a desaparecer. Todavía no está claro si la criptomoneda se convierte en un factor real en el futuro financiero de Europa, pero la perspectiva de Zhao no está exenta de base. Ya no es solo exageración o teoría. A medida que los activos digitales continúan evolucionando, el camino hacia adelante del euro podría necesitar incluir BTC, ya sea que le guste o no al BCE.