Bután está reconstruyendo el núcleo de su marco de identidad digital en Ethereum.
La iniciativa, confirmada por Aya Miyaguchi de la Fundación Ethereum, es parte de un experimento más amplio del reino del Himalaya con tecnologías emergentes. Señala que blockchain, que alguna vez se limitó al comercio y a los tokens, ahora se está probando como infraestructura pública.
Según Miyaguchi, la medida hará que cada uno de los aproximadamente 800.000 ciudadanos del país tenga una identidad verificable y segura mediante blockchain que controlen directamente desde sus dispositivos para 2026.
Esto muestra además cómo el programa de identidad de Bután ha evolucionado rápidamente desde 2023.
La Identidad Digital Nacional se lanzó inicialmente mediante un registro ceremonial de Su Alteza Real el Gyalsey, un gesto simbólico que marca la entrada de Bután en la era digital. Esa primera versión se ejecutó en Hyperledger, una cadena de bloques autorizada preferida por los pilotos empresariales.
Para 2024, el gobierno se había pasado a Polygon, atraído por sus tarifas más bajas y pruebas de conocimiento cero que permiten a los usuarios confirmar quiénes son sin exponer datos personales.
Sin embargo, al cabo de un año, los funcionarios del gobierno decidieron que migrar a Ethereum ofrecería al país una descentralización inigualable y garantías de seguridad global.
Jigme Tenzing, secretario de la Agencia GovTech, habría dicho:
“Ethereum es una de las cadenas de bloques más descentralizadas del mundo, lo que la hace prácticamente inmune a las interrupciones. Esta transición consolida tanto la seguridad como la estabilidad de nuestra identidad digital”.
¿Por qué Ethereum y por qué ahora?
La medida de Bután refleja un replanteamiento global de la gestión de identidad en medio del aumento del robo de identidad.
Según el conjunto de datos ID4D del Banco Mundial, casi 850 millones de personas en todo el mundo todavía carecen de algún tipo de identificación oficial, mientras que otros 3.300 millones no tienen registros verificables digitalmente. Como resultado, muchos siguen excluidos del sistema financiero y de los servicios públicos sin credenciales.
Los gobiernos han tratado de resolver esto a través de bases de datos centralizadas, pero estos sistemas son costosos de mantener y notoriamente vulnerables a las infracciones.
En EE. UU., el 22 % de los estadounidenses han sido víctimas de robo de identidad, y la Comisión Federal de Comercio (FTC) recibió más de 1 millón de quejas en 2023. Estos robos a menudo apuntan a personas mayores, lo que resulta en pérdidas de más de 10 mil millones de dólares.
Considerando esto, la respuesta de Bután es revertir ese modelo permitiendo a los ciudadanos controlar sus propias credenciales en lugar de confiarlas a un registro central.
Miyaguchi reveló que el nuevo NDI seguirá una arquitectura de identidad autosoberana basada en identificadores descentralizados y credenciales verificables.
De esta manera, cada ciudadano de Bután tendrá una billetera cifrada a la que podrá acceder a través de un teléfono inteligente. La billetera almacenaría certificados como fecha de nacimiento, dirección o registro educativo. Estos datos serían verificados mediante pruebas criptográficas.
Ese cambio altera dramáticamente la ecuación de costos. El Banco Mundial estima que los programas de identidad tradicionales cuestan entre 5 y 10 dólares por usuario al año, especialmente en los países de bajos ingresos.
El modelo blockchain de Bután podría reducir esa cifra a menos de 1 dólar, dependiendo de las tarifas de transacción y los costos del validador.
Además, la adopción de Bután sigue el creciente impulso de la modernización de la identificación digital.
La Caja Común de Pensiones del Personal de las Naciones Unidas completó recientemente un sistema de verificación basado en blockchain para sus 70.000 beneficiarios en 190 países.
Según un informe de la autoridad mundial, los resultados fueron sorprendentes, ya que condujeron a una reducción del 40 % en el papeleo, un 95 % menos de gastos de archivo y casi un 100 % de retención digital entre los usuarios.
Bután aspira a un resultado similar pero a escala nacional.
¿Cómo beneficia esto a Ethereum?
Si esta iniciativa tiene éxito y logra una adopción significativa, el proyecto podría convertir al país en uno de los primeros en demostrar que la infraestructura pública puede depender de una cadena abierta y sin permisos como Ethereum.
Miyaguchi dijo:
“Este hito marca no sólo un logro nacional sino un paso global hacia un futuro digital más abierto y seguro a largo plazo”.
Además, la iniciativa también sería una victoria de poder blando para el propio Ethereum, reforzando su imagen como la capa de liquidación predeterminada para dinero y metadatos.
Al mismo tiempo, el experimento de Bután podría acelerar la tokenización de activos del mundo real, como títulos de propiedad, registros educativos o licencias profesionales, todos los cuales dependen de una identidad verificable.
En particular, Ethereum es la plataforma blockchain dominante para la tokenización de RWA, controlando el 62% de todos los activos tokenizados, incluidas monedas, materias primas, tesorerías y otros tokenizados.